Esta pintura constituye una etapa decisiva en la búsqueda que llevo haciendo desde hace años. El paso a escala monumental tiene como objetivo trastornar las jerarquías ideales de equilibrio e instaurar intriga, una cualidad crítica o un poder de fascinación. La colosal escala de Void interpela al espectador de diferentes maneras: refuerza el impacto de la pintura y éste a la vez la activa con su presencia. Desarrollé el proyecto en torno a la creación de esta pintura con el fin de establecer analogías entre medios de orígenes diferentes, como lo son las imágenes digitales, la fotografía, la proyección, el movimiento y el trabajo de sueños.

El proceso consistió en transferir integralmente este inmenso espacio vacío de tipo industrial. El punto de partida fue una fotografía que encontré en internet. El cambio de escala de una imagen digital miniatura (formato jpeg.), transferida a tamaño monumental (480 x 800 cm), trastornó ciertos aspectos esenciales respecto a su naturaleza por la manera en que estaba estructurada (datos coloreados). En el proceso de transposición, usé una malla metálica para transponer cada pixel, revelando así el principio de las imágenes digitales. Tuve que acomodar y sistematizar el procedimiento para demostrar el potencial óptico de la pintura. El puntillismo es el umbral en la percepción humana que desmaterializa la ilusión y propone un código sintético de representación como sustituto. Suspendíendo de esa manera, la incredulidad como una proposición activa y complicada para el espectador. Esto me hizo estar consciente del espacio entre visión y pintura.

Durante el proceso de fabricación, me ubiqué en el espacio que existe entre el artista y el espectador. Fue necesario un esfuerzo exhaustivo para desvanecer la ilusión de la imagen. Para ello elaboré el 'trompe d'oeil' fijando el instante presente en algún lugar del espacio infinito de pixeles de la imagen digital. En un principio, traspasar la fragilidad de una imagen digital al óleo parecía una tarea laboriosa; pero a través del proceso de repetirlo una y otra vez durante un año, sin interrupción, pude enraizar la atención en el aquí y el ahora. Esta lucha infinita entre el orden y el caos para alcanzar esta realización, le confirió el sentido de pérdida y de ausencia, irrecuperables.

Durante el proceso tomé conciencia de que esta experiencia de percepción sensorial, concentración y dedicación, era finalmente tan interesante como el objeto terminado. El principio de esta transposición está sujeto a 'lo que el artista pudo ver' en el momento de la creación; abarca trazos de eventos del día, memorias del pasado, narrativas visuales, actividad del cuerpo en meditación, etcétera; impregna implícitamente la materia pictórica y los estratos del proceso, y se identifica, en conexión metonímica, con la expresión de los sueños.

El resultado sugiere al espectador una imagen que produce cierta inmersión y que se incrementa por el hecho de que el espacio está grotescamente vacío, sin otra presencia; a ello se le añade la idea del síntoma onírico. Esto conduce al desplazamiento del espectador entre la condensación de una enorme cantidad de datos coloreados y la sedimentación de la ilusión del espacio y sus perspectivas.

This painting is a decisive stage in a few years-long personal search. The transition to monumental scale is aimed at disturbing the ideal hierarchy of balance whilst establishing intrigue, critique or a fascination force. The aberrant scale of Void questions the observer on different levels reinforcing the impact of the painting, while the painting itself is activated by his presence. I developed the project around the creation of this painting, with the goal of establishing analogies amongst media of different origin such as digital images, photography, projection and movement as well as dream-work.

The process was about integrally transferring an enormous empty space of industrial type. Starting from a photograph I found on the Internet, the scale rupture from a miniature digital image (jpeg format) was transferred to a monumental size (480 x 800 cm) and seemed to disturb certain essential aspects regarding its nature because of the way it is structured (colored data). The transposing process was developed by using a metallic grid to transfer each pixel, revealing the principle of digital images. I had to adapt and systematize the procedure to show the painting's optical potential. Pointillism is the threshold of human perception, which dematerializes illusion and proposes a synthetic code of representation as a substitute, suspending skepticism as a more active and complicated proposition for the viewer. This made me be aware of the gap between the vision and the painting.

During the process of production, I locate myself in the space between artist and observer. An exhaustive effort was necessary to generate the illusion that the image disappears, elaborating the 'trompe d'oeil' and embedding the present instant somewhere in the infinite space of pixels which constitute the digital image. At the beginning, the task of transferring the fragility of a digital image into an oil painting seemed to be laborious. But going through the process of repeating the gesture again and again over a year, without interruption, my attention focused on the here and now. This eternal fight between order and chaos to reach this realization leaded to a sense of irrecoverable loss and absence, human in shape and form.

During the process I get conscious of this experience of sensorial perception, of concentration and dedication. I also get conscious that this experience was as interesting as the final outcome. Starting from the principle that this transposition is subject to what the eyes of the artist could have seen at the moment of the creation, the painting encompasses traces of events of the day, of old memories, of visual narratives, of meditative body stimuli, etc. Thus, it implicitly impregnates the pictorial material and the stratums of the process, and identifies itself with metonymic connection to the expression of dreams.

The outcome proposes an immersive image, increased by the fact that this grotesque empty space has no presence and the adjacent idea of an oneiric symptom. This conduces to the viewer's displacement between the condensation of a vast quantity of colored data and the sedimentation of the illusion of an empty space with its perspectives.